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miércoles, 10 de febrero de 2016

EL REGRESO A RIYADH

Os prometo que hoy sí que termino con el viaje a Dubai, que me da a mí que me estoy poniendo un poco pesada.

¿Os acordáis que ayer os conté que estuvimos de copas la segunda noche? Pues prometo que sólo tomé dos cervezas y dos copas, y fuera de España ya sabéis que las copas no son lo mismo ¿no? Que lo que te ponen es la medida esa que no da para mucho, el single shot. Pues bien, para nada iba mal, pero no os podéis imaginar lo mal que estaba al día siguiente, en plan resaca, me refiero. ¿Pondrán también garrafón fuera de España o será la falta de costumbre? Pues no tengo ni idea, pero al día siguiente no era persona, y había que subir al Burj Khalifa...ay qué peligro!

Como teníamos la hora de subida a las 13.30, decidimos ir primero a los famosos zocos, el del oro y el de las especias. El del oro impresiona porque ves todos esos escaparates plagados de collares, pendientes, coronas y hasta vestidos, todo tan de oro y tan brillante. Todo muy propio del programa palabra de gitano. Os dejo una foto para que os hagáis una idea.

Goleen Zouk

El de las especias me gustó mucho más, las tienditas, cómo huele, lo auténtico y tradicional. Está súper animado y contínuamente te llaman para que entres en las distintas tiendas, además te dan a probar las distintas especias y si preguntas, te explican cómo puedes utilizarlas. Por ejemplo, venden unos limones muy pequeñitos secos que se utilizan para hacer sopa. Otras especias las usan para infusiones y tratar distintas dolencias. Vuelvo a repetir que me gustó muchísimo y me traje un paquete que venden con distintas muestras. Lo compré sobre todo para poder identificarlas y buscarlas cuando estuviera en Riyadh. Así que ya os iré contando más adelante cómo son mis progresos en el mundo de la cocina árabe y las especias.

Del zoco nos fuimos ya al Dubai Mall, porque la visita al Burj Khalifa comienza desde allí. Supongo que sabréis que es el edificio más alto del mundo con 828 metros de altura y que allí se rodó la escena de la peli Misión Imposible donde Tom Cruise trepa por el edificio. La torre es una pasada, se ve desde todos los puntos de la ciudad y por la noche lo iluminan que es una maravilla. Y es verdad que la visita estuvo bien, pero tengo que reconocer que me gusta mucho más desde abajo, no sólo el rascacielos, también la ciudad, porque aunque "sólo" te suben a la planta 125, que son unos 455 metros, el resto de edificios se ven enanos y casi ridículos a su lado.  

Desde fuera
Desde dentro

De verdad que la experiencia genial, tanto que repetimos por la noche para poder verlo iluminado y con el espectáculo de luz y sonido que hacen en la fuente de abajo. Así que como vimos que había unos restaurantes estupendos alrededor, nos fuimos a cambiar y a cenar a un tailandés que tenía muy buena pinta, así que pudimos disfrutar de todo en primera fila.

Burj Khalifa iluminado

Prácticamente aquí acaba esto, ya que el día siguiente era el último y había que estar en el aeropuerto sobre las 17.00, así que nos fuimos a visitar y a comer a un sitio que habíamos visto de pasada en el tour del primer día y que nos había gustado. Es una especie de centro comercial hecho en superficie con contenedores de carga, y aunque no hay muchas tiendas sí que tiene un montón de sitios para comer. Y ya de allí al aeropuerto del tirón y vuelta a la cruda realidad, que no deja de ser también interesante, o por lo menos para mí, que todo me parece nuevo. Os dejo una foto del box park, que así es como se llama el sitio del último día.

Box park 


Por cierto, no os he contado que hay un festival aquí en Riyadh. Pensamos ir el viernes, así que tendré material nuevo para contar. Mañana os adelanto un poco de qué va y ya pasado os cuento qué tal la experiencia. Mientras tanto, me despido de vosotros. Besos enormes y gracias por leerme.



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