Translate

martes, 22 de noviembre de 2016

EL FINAL DEL VIAJE

Creo que ayer lo dejamos cuando llegamos a Wadi Musa, que por cierto significa Río Moisés. Pues ya os podéis imaginar que después de un trayecto tan estresante caímos en la cama como dos auténticos angelitos. Lo cual nos vino muy bien porque al día siguiente había que darse un buen madrugón.

Pues con las pilas cargadas nos fuimos a visitar Petra. Esta antigua ciudad nabatea es una de las nuevas siete maravillas del mundo y la joya de La Corona de la visita a Jordania. Para mí y supongo que para mucha gente, el recorrido a través del desfiladero (el Siq) y la aparición del tesoro a final de éste es una de las cosas que más merece la pena de la visita.

El tesoro al fondo

Aunque el tesoro es alucinante a cualquier hora del día, ya que el color cambia en función de la hora que sea, tampoco hay que olvidar las tumbas de los Reyes también labradas en la roca y por supuesto el monasterio, al que se llega después de subir más de 800 escalones.

Tumbas

 

Subida al monasterio

A nosotros, el monasterio o el Deir nos dejó alucinados. Es cierto que la subida hasta alli costó lo suyo, porque los años ya van pesando, aunque más que los años los kilos, que vaya lote de zampar nos estamos dando. Pero debo decir que es de lo más bonito que puedes encontrar en Petra. Y además  al llegar allí te puedes sentar un rato a reposar mientras te tomas un zumo natural en una especie de Jaime beduina que hay arriba. Os dejo una foto del monasterio a ver qué os parece.


Después de la visita volvíamos a hacer noche en Wadi Musa, ya que sabíamos que ver Petra nos iba a llevar todo el día y no queríamos meternos otra paliza de coche. Así que al día siguiente nos levantamos prontito, como viene siendo demasiado habitual y nos fuimos al Wadi Rum, el desierto que atravesó Lawrence de Arabia para llegar hasta Aqaba. 

Este es el tercer desierto que visitamos David y yo juntos, y aunque los de Ica en Perú o el de Abu Dhabi nos encantaron, tengo que reconocer que para mí este tiene algo especial. No es un desierto al uso, con sus dunas blancas y sus cositas, éste más que un desierto parece Marte, hasta tal punto que nos llevaron a ver la zona donde se grabó la película The Martian. Tiene paisajes espectaculares con algunas dunas completamente rojas y formaciones rocosas que parecen de peli. Nos pasamos seis horas montados en una pickup recorriéndolo hasta casi llegar a la frontera con Arabia. Eso sí, parando cada rato a subir dunas, rocas o tomar té en un par de campamentos beduinos.



Viendo la puesta de sol

Después de la visita nos fuimos al campamento donde dormíamos esa noche. Y yo que estaba deseando pasar una noche en medio de la nada terminé más que contenta con la experiencia. Y aunque no soy mucho de hacer publicidad, aquí no me queda más remedio que recomendaros el sitio donde nos alojamos, el Sun City Camp. No tengo palabras, las Jaimas están mejor acondicionadas que mi casa. Cama de 2 metros, baño gigantesco con una ducha inmensa con agua bien calentita. Wifi, terrazita, y en las zonas comunes, restaurante, baños públicos, terraza elevada para ver la puesta de sol. Y para que no nos faltara ni un perejil, vino hasta un camión cine que emitió una peli después de una cena estupendisima. 




Después de esto ya no nos quedaba mucho por hacer, nada más que visitar Amman antes de coger el avión. Aunque debo decir que si no la hubiéramos visitado, tampoco nos hubiera pasado nada, porque mira que es fea. Es fea y desordenada hasta decir basta. Y eso que yo vengo de Riyadh, que tampoco es que sea un paraíso. Aunque bueno os dejo una foto del teatro romano que es lo más bonito que viene y después de esa algunas más de los días anteriores, Jerash y Mar Muerto.

  
Teatro romano de Amman

Jerash 

Mar Muerto

Y con esto y un bizcocho, se acabó por hoy de hacer de consejera turística, que tengo cosas que hacer. Nos vemos pronto chicos.


  









lunes, 21 de noviembre de 2016

ROCIO JONES Y LA PENÚLTIMA CRUZADA

Si os gusta viajar, como es nuestro caso, no podéis dejar de visitar Jordania. Para mí ha sido un viaje perfecto para mezclar turismo de relax, aventura y cultural. Han sido sólo cuatro días, pero han cundido mucho, así que no me quedo con la sensación de que me han faltado cosas por ver. Y está claro que en cuatro días no nos ha dado tiempo de visitar todas las cosas que ofrece, pero sí todo lo que nos habíamos planteado antes de ir.

Ya que este blog no es sobre nada específico pero sobre todo en general, vamos a hacer de esta entrada un post de viajes y que así pueda servir de guía para aquellos que en algún momento se planteen visitar este maravilloso y para nada peligroso país, por mucho que haga frontera con Siria e Irak.

Como llegamos a Amman un miércoles noche tarde nos fuimos directamente a dormir al hotel y decidimos dejar la capital para el último día. Así que el jueves lo primero que hicimos es coger el coche que habíamos alquilado e ir a Jerash, una ciudad romana perfectamente conservada a pesar de haber sufrido terremotos y guerras. Es inmensa y para los que gusten de visitar restos arqueológicos les va a encantar. Además está muy cerca de Amman y la carretera no está tan mal.

Como teníamos el tiempo tan limitado, de allí nos fuimos al Mar Muerto para darnos un baño y comer, pero no para dormir porque como digo teníamos que aprovechar los días al máximo. Así que nada más salir de Jerash cogimos él coche y nos fuimos directamente a uno de los hoteles que hay a las orillas del lago situado en el punto más bajo de la tierra, más de 400 metros bajo el nivel del mar. En estos resorts pagas un precio (tampoco tan caro) y puedes aprovechar todas las instalaciones. Y lo hicimos así porque tomar una ducha después de bañarte en unas aguas que superan nueve veces el nivel de salinidad de cualquier océano, es más que necesario.

La sensación de flotar como un corcho es bastante curiosa, pero a mí que soy bastante tiquismiquis, no me terminó de convencer. Y es que como se te meta una gota de agua en el ojo o tengas cualquier herida, ya la has fastidiado, porque no veas como escuece eso. Además después de bañarte allí la piel te huele como a espidifen, con lo malísimo que está el medicamento ese. Hasta que no llegamos a Petra y nos volvimos a duchar no se me fue el maldito olor ese de la nariz. Pero aún así creo que es una experiencia que hay que vivir si vas a Jordania, ya que el baño es curioso y además hay unos barros que te puedes untar por todo el cuerpo que te dejan la piel como el culito de un bebé. Y no se nos puede olvidar la maravillosa sensación de tomarse una cerveza bien fría en una terraza con piscina, que los que podéis beberla no le daréis tanta importancia, pero para mí es un punto positivo más a tener en cuenta, sino el más importante. Bueno tampoco es eso.




Con el olor a espidifen en la piel, cogimos el coche y nos dirigimos para Petra. Y aquí viene el momento más inolvidable del viaje, el cual recordaremos David y yo con mucho... no sé ni cómo expresarlo, así que prefiero dejar los puntos suspensivos. Por lo visto, para llegar a Petra tienes dos caminos, o la desert road o la Kings Highway y nosotros cogimos este último porque es el que viene bien desde el mar muerto y además eso de Highway suena bien, que ya me veía yo como en la autopista de Cádiz, pagando su peaje y tomando un café en la venta el fantasma. Pues nada más lejos de la realidad, que sepáis que lo de Highway no es autopista en inglés jordano, alli lo de Highway me da a mí que va porque es una carreterucha que va por las montañas y las montañas son muy high. Y lo de carreterucha es por darle un nombre bonito, porque aquello era un camino de cabras de mala muerte. Para ser fiel a la verdad, debo decir que empezó como carreterucha, pero después de una hora y media conduciendo por allí y encontrarnos un cartel de carretera cortada, al que decidimos no echar cuenta, ya se convirtió en caminucho de cabras de mala muerte. Lo de no hacerle caso al cartel es porque vimos un coche que tampoco lo hacía y seguía adelante, así que nos autoconvencimos de que ese conductor realmente sabía por dónde iba y decidimos seguirle. Debo dar gracias a Dios o a las fuerzas de la naturaleza de que estuviera oscuro y no pudiéramos ver por dónde nos estábamos metiendo, porque había veces, y no unas pocas sino muchas, que nos sabías lo que tenías a dos metros, si más camino o la nada más profunda. Pero después de casi dos horas conduciendo por allí y todos los músculos doloridos por la tensión conseguimos llegar a Wadi Musa, la ciudad que hay al lado de Petra.

Como veo que me estoy poniendo muy pesada con esta entrada y no me va a quedar nada para contaros mañana, vamos a dejarlo por hoy y os dejo el final del viaje para la próxima entrada. Además el reportaje fotográfico lo dejo también para otro día, ya que estoy esperando a que David me envíe las 800 fotos que hemos hecho.






domingo, 13 de noviembre de 2016

MI GOZO EN UN POZO

Al final me he quedado compuesta y sin rey. Mucho ir a la peluquería a ponerme mona y todo para nada. Supongo que lo habréis leído o visto en las noticias, pero el hermano del Rey saudí murió el pasado viernes y en el país están de luto por tres dias, así que El rey de España tuvo que cancelar su visita. Os dejo el comunicado que nos enviaron desde la embajada.


Y yo que me levanté a las 7 de la mañana para que me diera a tiempo a dejarlo todo organizado para ir a la peluquería a ponerme color y peinarme, donde me cobraron la módica cantidad de 90 eurazos, si señor, nada más y nada menos. Que digo yo que menos mal que no me dio por decirles que me hicieran la manicura, que si no, no sé a cuánto habría ascendido la broma. Y luego me fui a un mall a comprarme un modelito, que al final no compré porque David me avisó a tiempo de que habían cancelado el evento. Pues todo eso, para nada.

Pero yo que aquí tengo más vida social que la Gunilla en los buenos tiempos de Marbella, he aprovechado lo mona que me han dejado para ir a un desayuno libanés organizado por unas chicas del compound. Y para no perder la costumbre he comido como si el mundo se fuera a acabar mañana, que como esto siga así, al final va a ser más fácil saltarme que rodearme. Os dejo una foto de nuestra reunión de mujeres.



Y para esta tarde tengo partida de cartas, mañana cena con nuestro queridísimo Jaime, que viene de nuevo a Riyadh por motivos de trabajo y aprovecha para visitarnos, el miércoles salimos para Jordania y no volvemos hasta el domingo. Yo que nunca había usado una agenda, aquí me llevo todo el día apuntando los eventos. Hasta tal punto llega mi estrés, que estoy deseando encontrar un trabajo para poder relajarme. Y no es broma.

Y como no quiero que os aburráis con mis problemas, os dejo por hoy, que algunas veces me da por ponerme demasiado pejiguera.



jueves, 10 de noviembre de 2016

ROCÍO Y EL REY

Había una película que se llamaba Ana y el Rey, y como no estoy dispuesta a ser menos que Jodie Foster, voy a titular así esta entrada. Y el sentido de titularla de esta forma es que voy a conocer al rey, a Felipe VI. Esto es muy grande, que me tenga que venir a Arabia Saudí para conocer al rey de España, manda narices.

El muchacho es que ha estado leyendo el blog, y le ha gustado tanto que quiere conocerme personalmente. Yo le dije que no hacía falta que viniera hasta aquí, que ya en Navidad tomábamos un café y le firmaba un autógrafo, pero es que es un poco impaciente y ya ha sacado los billetes. Yo no sé si es el blog o que le molo.

Y ahora hablando en serio (por si os lo habíais creido), creo que viene para apoyar la firma de un súper contrato entre el gobierno saudi y Navantia, para construir cinco corbetas por valor de 3 mil millones de euros. Lo cual supone mucho trabajito para la gente de Cádiz, que ya sabéis que es mi segunda casa. Así que allí estaré yo para apoyar en lo que haga falta.

La recepción es en la embajada española a las 10,30 de la mañana, y aunque me hace mucha ilusión acudir, no me gusta la hora, porque siendo tan temprano no creo que nos pongan ni una mala cerveza, con lo que yo echo de menos el tomarme una cañita. En todo caso habrá un brunch de esos que están tan de moda. Os dejo aquí la invitación que nos han enviado.


Ahora viene el dilema de que me pongo para la ocasión. En el correo que le han enviado a David pone que las mujeres debemos asistir con vestido corto. Y yo que soy muy aplicada, he estado mirando por internet cómo va todo el tema de protocolo en lo que a vestuario se refiere. Y mi conclusión es que hay que ir sencilla a la par que elegante, como diría mi amigo Joaquín. Así que aquí estoy sacando vestidos, complementos y zapatos y probándome todas las combinaciones posibles, pero debo reconocer que todavía no me decidido por ningún modelito. Con lo cual no me queda más remedio a esperar a David para que me aconseje. De todas formas, ¿creéis que un vestido negro es apropiado?, es que ese es el que de momento tiene más papeletas para ser el elegido. Mientras tanto, ya he sacado cita en la peluquería para que me pongan mona del todo.

Bueno, queridísimos todos, espero que os haya hecho ilusión lo de mi evento del domingo, aunque supongo que no tanta como a mí. Mientras tanto os doy permiso para que me llaméis "Pequeña Nicolasa". Ah! Y por cierto, el miércoles nos vamos a Jordania, así que tiemblen Noor y Rania, que para esa fecha ya estaré acostumbrada a codearme con la realeza y voy dispuesta a hacerles sombra.


domingo, 6 de noviembre de 2016

GENTE RARA HAY EN TODOS SITIOS

Como bien dice el título, gente rara hay en todas partes, y Riyadh no iba a ser menos. Y esto viene porque conocemos a un chico en esta ciudad al que realmente se le ha ido la cabeza, o esa es mi opinión. Y os cuento porqué y a ver qué pensáis ustedes.

Resulta que hace poco me enteré que este chico al que conocemos había empezado a salir con una chica de aquí. Podría ser filipina, que es el colectivo más grande de solteras que puedes encontrar en esta ciudad, pero no, eso hubiera sido lo fácil. A este conocido le ha dado por fijarse en una Saudi. Y si eso me parece curioso, más que nada porque lo único que dejan ver es lo ojos, no soy capaz de imaginar, ni por asomo, cómo ha sido el momento de lanzarse a hablar con ella. Ya que yo siempre había leído que aquí es imposible lo de iniciar una conversación con ninguna mujer que no sea familiar.

Pues bien, sea como sea, se han conocido, se han gustado y están saliendo juntos. Creo que la única manera que tienen de estar juntos es en algún Compound, porque eso de salir por la ciudad a tomar un café, cerveza o ir al cine juntos es imposible. Y no sólo porque no haya cerveza ni cine.

Para remate de los tomates, el chico se ha enamorado hasta tal punto que dice que quiere casarse, y ojo al dato, que no llevan juntos ni dos meses. Y perdonad que sea tan poco romántica, pero es que yo esas cosas no soy capaz de entenderlas. Se ven un rato los fines de semana dentro de un compound, rodeados de carabinas, con lo cual, ni siquiera puedo asegurar que hay habido besito en los morros. ¿De verdad te puedes enamorar hasta al punto de querer casarte y convertirte a su religión? Porque esa es otra, el muchacho, ni corto ni perezoso, se ha ido a una mezquita y se ha convertido al Islam. ¿Qué os parece? ¿Hay gente rara en el mundo o no?.

Pues para terminar y poner la guinda al pastel, aquí el muchacho que se ha convertido a otra religión en el país cuna de esa religión, y donde son más papistas que el papá (entendamos la comparación), tiene una serie de tatuajes. Que podríais pensar que da igual. Pues no! Y os digo porqué. Resulta que uno de esos tatoos es una cruz del tamaño de las que hay en las habitaciones de nuestras abuelas, es decir, grandecita, y el otro es una recreación de la última cena, con sus doce apóstoles, su Jesús, y todas sus cosas. Vamos, que no le falta un detalle, que ni el cuadro de Leonardo está tan bien definido como el tatuaje del chaval. Así que imaginaos la noche de bodas cuando la muchacha en cuestión vea los tatuajes del personaje, ella que me han dicho que es bastante tradicional. Yo no sé si cortará otra cosa, pero la libido seguro que sí.

Y para terminar, aunque no viene a cuento os dejo una foto de uno de los patios del restaurante donde comimos el viernes. Que ya sabéis que si no os pongo una foto no me quedo contenta.



martes, 1 de noviembre de 2016

BUENAS NOTICIAS

Y ya era hora de que llegaran. Pero hoy es de esos días buenos en los que todo te parece de color de rosa. Parece que por fin vamos zanjando temas. Os hago un resumen de las buenas nuevas que me han endulzado el carácter tan agrio que tenía últimamente.

Aunque antes de empezar, y para aquellos que no lo sepáis, debo comunicaros que llegué de nuevo a Riyadh el jueves pasado, justo dos y meses y un día después de volar a España para gestionar las iqamas de David y la mía.

Como no queríamos perder el tiempo, al día siguiente de llegar nos pasamos David y yo por un centro médico para hacer el análisis de sangre y radiografía previos para gestionar mi Iqama. Y para mi sorpresa, desde que los pasé, sólo nos ha tomado cuatro días para que me den mi tarjeta de residencia. Y luego dicen que los trámites burocráticos en este país van despacio. Ya os digo que en nuestro caso todo lo que hemos tenido que hacer a través de la gestoría española ha sido un desastre y ha ido muy despacio, pero en lo que se refiere a trámites realizados con funcionarios saudíes todo ha sido gestionado súper rápido.




Lo único malo de esta buena noticia es lo horrorosamente fea que salgo en la foto. A ver si me pongo a hacer un curso de Photoshop y arreglamos ese desbarajuste.

Otra de las cosas buenas que me he encontrado al llegar es que la vida social para las mujeres del compound ha dado un giro de 180 grados. Hay muchas chicas nuevas, se organizan muchas actividades aquí dentro y en otros compounds. Ayer, sin ir más lejos, tuvimos desayuno y almuerzo en casa de una señora iraní o iraquí (no me enteré muy bien). Y allí conocí a muchas de las nuevas. Pues como una cosa lleva a la otra, hay tres chicas interesadas en que les enseñe español. Así que junto a Alna ya tendría a cuatro alumnas, más al hijo de una de ellas. Ya si que tendré que ir pensando en cobrar. Os dejo foto del almuerzo.


¿Habéis visto que buena pinta?

Seguimos con las cosas buenas. No he perdido mi teléfono saudí, que pensé que me lo habían dado de baja. La wifi del compound funciona de maravilla dentro de casa, lo cual me da la posibilidad de hablar vía Skype con mis padres. Y por último, y como parece que estaremos, al menos, de ocho meses a un año más por aquí, he decidido ponerme manos a la obra con el jardín. Para empezar David y yo hemos hecho un diseño de cómo queremos que quede. Lo segundo es que mañana viene un jardinero para ayudarme a limpiar de malas hierbas y a cavar para poner tierra nueva. Y una vez limpio lo que me toca, es hacer el replanteo con cuerdas y estacas y empezar a plantar. Y como no tengo ni la más remota idea de jardinería, va a venir Alna a echarme una mano. De hecho, ya me tiene preparadas hasta las semillas. Y os prometo, que esta vez lo termino, no como el jardín de la otra casa y lo de los muebles de jardín con palets. 

Para terminar os dejo el enlace a la última entrevista que me hicieron por si os apetece leerla, aunque ya la he colgado por Facebook, prefiero ponerla también aquí por si alguno me leéis más allá del caralibro.


Bueno chicos, espero haberos transmitido algo del buen humor que tengo hoy y seguir contando buenas noticias.