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sábado, 25 de marzo de 2017

DE LONG WEEKEND

Como lo prometido es deuda, aquí me tenéis de nuevo. Es mi sábado libre del mes y no podía faltar a mí cita con el blog. Aunque sinceramente debería estar trabajando un poco y no escribiendo, pero el portátil ha dicho que también está de long weekend y se niega a arrancar. Mañana lo llevaré a los de informática para que me lo arreglen, porque ahora mismo no soy persona sin el ordenador. Madre mía! Como me ha cambiado la vida en dos meses. He pasado de estar completamente ociosa a decir que sin el portátil no soy nadie.

¿Os acordáis que me hice un jardín-huerto? Pues no veas cómo ha evolucionado en tres meses. Tanto, tanto, que ayer tuvimos que recortar la rúcula para que no nos echara de casa, y eso que la gente del compound me huyen cuando me ven porque les tengo los frigoríficos que no pueden meter nada por culpa de que lo tienen lleno de mí rúcula. Mirad, mirad, como se ha puesto el jardín desde el primer día que me dio por hacer de jardinera hasta hoy.

Vaya cambio, ¿verdad?

Supongo que entre el blog y el jardín, ya tengo dos sucedáneos de las tres cosas que hay que hacer en la vida, en vez de plantar un árbol, he plantado unos cuantos girasoles y algunas hierbas más, y en lugar de escribir un libro, llevo unas 90 entradas de un blog un poco cutre, pero oye, a mí me vale. Lo del niño va a ser más difícil a mis taytantos. Pero como la cosa va de sucedáneos, quizás algún día me da por adoptar a un perro, o casi mejor, me instalo un tamagochi o el pou en el móvil.

¿Que más os puedo contar chavales? Pues que como era de esperar, estoy encantada con mi vida. El trabajo no me puede gustar más, los compañeros son estupendos (por lo menos hasta ahora😜), no me da tiempo aburrirme y encima el jardín no se me ha muerto. Eso sí, como ya os dije en la anterior entrada, me duermo por las esquinas. Ah! Y creo que tengo tantas cosas en la cabeza, que no me caben las cosas cotidianas. Por ejemplo, el otro día fui a hacer una carne mechada y no la metí en el horno, y cuando fui a comprobar si se había hecho, no vi que en el horno no había nada. A la hora o así fue David a la cocina y se dio cuenta de que la bandeja con la carne estaba en la encimera. Esto es muy grande, ¿habré empezado ya con "el chocheo"? ¿Estoy ya senil? A mí me decían que los 40 son los nuevos 30, pero parece que para mí son los 80. 

Pues creo que por hoy ya está bien. Ya sé que las entradas son cortas y que ahora escribo muy de tarde en tarde, pero es que a mí no me gusta ser pesada, y como dijo Baltasar Gracián: lo bueno si breve, dos veces bueno. Así que nos vemos en un mes aproximadamente. Portaos bien hasta entonces. Por cierto, lo de Baltasar Gracián lo acabo de buscar en Google, pero ¿a  que había quedado bien?.