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martes, 1 de noviembre de 2016

BUENAS NOTICIAS

Y ya era hora de que llegaran. Pero hoy es de esos días buenos en los que todo te parece de color de rosa. Parece que por fin vamos zanjando temas. Os hago un resumen de las buenas nuevas que me han endulzado el carácter tan agrio que tenía últimamente.

Aunque antes de empezar, y para aquellos que no lo sepáis, debo comunicaros que llegué de nuevo a Riyadh el jueves pasado, justo dos y meses y un día después de volar a España para gestionar las iqamas de David y la mía.

Como no queríamos perder el tiempo, al día siguiente de llegar nos pasamos David y yo por un centro médico para hacer el análisis de sangre y radiografía previos para gestionar mi Iqama. Y para mi sorpresa, desde que los pasé, sólo nos ha tomado cuatro días para que me den mi tarjeta de residencia. Y luego dicen que los trámites burocráticos en este país van despacio. Ya os digo que en nuestro caso todo lo que hemos tenido que hacer a través de la gestoría española ha sido un desastre y ha ido muy despacio, pero en lo que se refiere a trámites realizados con funcionarios saudíes todo ha sido gestionado súper rápido.




Lo único malo de esta buena noticia es lo horrorosamente fea que salgo en la foto. A ver si me pongo a hacer un curso de Photoshop y arreglamos ese desbarajuste.

Otra de las cosas buenas que me he encontrado al llegar es que la vida social para las mujeres del compound ha dado un giro de 180 grados. Hay muchas chicas nuevas, se organizan muchas actividades aquí dentro y en otros compounds. Ayer, sin ir más lejos, tuvimos desayuno y almuerzo en casa de una señora iraní o iraquí (no me enteré muy bien). Y allí conocí a muchas de las nuevas. Pues como una cosa lleva a la otra, hay tres chicas interesadas en que les enseñe español. Así que junto a Alna ya tendría a cuatro alumnas, más al hijo de una de ellas. Ya si que tendré que ir pensando en cobrar. Os dejo foto del almuerzo.


¿Habéis visto que buena pinta?

Seguimos con las cosas buenas. No he perdido mi teléfono saudí, que pensé que me lo habían dado de baja. La wifi del compound funciona de maravilla dentro de casa, lo cual me da la posibilidad de hablar vía Skype con mis padres. Y por último, y como parece que estaremos, al menos, de ocho meses a un año más por aquí, he decidido ponerme manos a la obra con el jardín. Para empezar David y yo hemos hecho un diseño de cómo queremos que quede. Lo segundo es que mañana viene un jardinero para ayudarme a limpiar de malas hierbas y a cavar para poner tierra nueva. Y una vez limpio lo que me toca, es hacer el replanteo con cuerdas y estacas y empezar a plantar. Y como no tengo ni la más remota idea de jardinería, va a venir Alna a echarme una mano. De hecho, ya me tiene preparadas hasta las semillas. Y os prometo, que esta vez lo termino, no como el jardín de la otra casa y lo de los muebles de jardín con palets. 

Para terminar os dejo el enlace a la última entrevista que me hicieron por si os apetece leerla, aunque ya la he colgado por Facebook, prefiero ponerla también aquí por si alguno me leéis más allá del caralibro.


Bueno chicos, espero haberos transmitido algo del buen humor que tengo hoy y seguir contando buenas noticias.


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