Translate

lunes, 18 de enero de 2016

MI RUTA AL MIDDLE EAST

Supongo que os parecerá raro que haya varias entradas el mismo día. Esto se debe a que lo tenía escrito desde antes en word y hasta hoy mismo no me ha dado por crear el blog y publicar entradas como una loca. Una vez aclarado este punto comenzemos con la historia.
Mira que habíamos estado tiempo esperando, pues como siempre, las cosas se hacen a última hora. Resulta que el visado no lo tuve hasta un viernes y como tenía tantísimas ganas de venir, pues ese mismo día compré el billete de avión, el AVE y me puse a hacer maletas, todo para volar yo solita al lunes siguiente.
Al comprar el vuelo con tan poco tiempo de antelación, los billetes con Saudia, (la compañía de aquí) salían carísimos, con lo cual me tuve que conformar con la compañía egipcia, haciendo escala en El Cairo, que todo hay que decirlo, pero fue un auténtico coñazo.
Pues ya con todo listo y sólo tres días después de comprar billetes, me puse en camino desde Sevilla.
En Atocha me estaba esperando Juan, el hermano de David, para llevarme al aeropuerto. El viaje, como ya he dicho, fue un coñazo muy grande, con una escala de casi 4 horas en El Cairo. Menos mal que desde El Cairo a Riyadh volaba en business, lo que me permitió acceder a una sala de esas vip del aeropuerto donde te dan té y pastelitos y lo que para mí era importante, se podía fumar. Ya que después de ver los smoking points de ese aeropuerto, tenía muy claro que no iba a entrar.
Por cierto, si alguna chica que vaya a venir aquí lee esto, que sepa que debe ponerse la abaya antes de bajar del avión. O por lo menos yo lo hice así.
Pues continuando con el relato, tengo que decir que había venido muy tranquila todo el tiempo, más de lo que pensaba que iba a estar volando sola hasta aquí, pero ya en el aeropuerto de Riyadh, en el control de pasaportes, me encontré con todos esos árabes tan serios, con sus túnicas blancas y sus pañuelos en la cabeza, así que empecé a ponerme un poco nerviosa. Y todavía me puse más, cuando después de poner el dedito para la huella, se quedaron con mi pasaporte y me dijeron que me sentara. Imaginaos lo que es estar en un país como éste sin pasaporte, sin teléfono y sin saber qué pasa, viendo cómo corre el reloj y nada de nada. Bueno, sí, estoy exagerando un poco, ya que sólo fueron 15 minutos, aunque, eso sí, se me hicieron eternos.
Por fin me dejaron pasar y pude recoger mis maletas. Una paradita más para que te escaneen el equipaje y para fuera!
No os podéis imaginar la alegría tan grande que fue ver a David allí esperándome. Tanta alegría, que se me olvidó todo lo que había leído de evitar las muestras de cariño en público, y le planté un beso en los morros. Pero ahí tampoco llegó la sangre al río.
Para la siguiente entrada, la llegada al compound y mis primeros días.





3 comentarios:

  1. Fantástica idea Ro esto de empezar con el blog.
    Aquí nos vas a tener a tod@s enganchados!

    Reyes

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Reyes! La verdad es que tenía ganas de escribir un blog. Así que creo que este es el momento perfecto. Un beso y nos vemos pronto.

    ResponderEliminar
  3. ������ vaya aventura! Qué valiente! Soy tu fan y te voy a seguir "de cerca"

    ResponderEliminar