Como ya os había contado, David se vino una semana detrás de mí. Y desde que aterrizó hemos estado de la Ceca a la Meca, como se suele decir. En primer lugar Santander, Bilbao, San Sebastián, Azpeitia y Haro. Después vuelta a Madrid, y dos días más tarde a Ciudad Real. Esa primera semana y pico se resume muy fácilmente con una frase: "nos hemos puesto las botas". Ha sido un no parar de comer. Os dejo una foto resumen.
¡Qué bien se come en el norte de España!
En Ciudad Real hemos pasado unos días con los padres de David, pero el fin de semana teníamos fiesta por los 40 cumpleaños de un amigo e inauguración de las fiestas de Almodóvar, el pueblo dónde vivió David algunos años. Y yo que siempre he dicho que quería tener un pueblito bueno de adopción, me he encontrado allí como pez en el agua. Nos lo pasamos pipa, tan tan bien que repetiremos el fin de semana que viene. Así que ya os contaré qué tal nos fue.
Ahora estamos los dos de vuelta en el Puerto de Santa María. Como podéis ver nos hemos recorrido la geografía española de norte a sur, eso sí, en cada punto hemos degustado la gastronomía típica, así que cuando volvamos a Riyadh iremos hechos dos bolas, pero no importa, porque realmente está mereciendo la pena.
Por cierto, no sé si hoy o mañana termina el Eid Al-Adha en todo el mundo musulmán, que es lo que comúnmente se conoce como la fiesta del cordero, por tanto no puedo dejar de escribir una entrada sobre esta festividad, pero creo que lo dejaré para cuando vuelva a casa. Ahora estoy demasiado ocupada poniéndome morada.
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