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lunes, 27 de junio de 2016

LA NOCHE DEL DESTINO

Éramos pocos y parió la abuela. Y con esto me refiero a que, no tenían bastante con rezar cinco veces al día, no, ahora resulta que estos últimos diez días del ramadán se ponen a rezar también a eso de las 12,30 y se llevan más de una hora. Y como siempre, lo retransmiten por los altavoces de todas las mezquitas.

Pues como llevo dos noches desvelada con tanta oración, le he pedido a David que se informe y me cuente, y una vez que me ha dicho cómo se llama tal acontecimiento me he puesto a buscar a qué se debe tantísima religiosidad, y resulta que por estas fechas, no se sabe exactamente cuándo, se cumple el aniversario en que el ángel Gabriel le recitó el Corán a Mahoma.

A la noche de la revelación la llaman la noche del destino, en árabe, Laylat l-qadr. Se cree que ocurrió durante el último tercio de Ramadán, aunque no se ponen de acuerdo en la fecha exacta. Se supone que está entre la noche 21 y la 29, así que por si acaso desde la noche 21 hasta el final del mes, se ponen a rezar como locos. Lo que quiere decir, que desde anteayer hasta que me vaya a España de vacaciones voy a estar sin pegar ojo hasta cerca de las dos, acordándome en todo momento del speaker de la mezquita de aquí al lado y de su familia al completo.

Os dejo también algunas curiosidades. Resulta que los musulmanes creen que durante esa noche se decide el destino del próximo año y por eso rezan a Dios durante toda la noche, pidiéndole piedad y salvación.

Hay unos versos en el Corán que dicen que esa noche vale más que mil meses y por eso estos días se concentran más en cumplir todo lo que dice el Ramadán porque el Laylat este puede ser cualquier noche impar (a mí también me sorprende eso) dentro de los últimos 10 días.


Además, resulta que los que están más ociosos o que se pueden permitir dedicar su tiempo al culto, permanecen en una mezquita los 10 días completos. En este tiempo, ayunan durante el día, hacen oraciones voluntarias y estudian el Corán día y noche. La comida y demás necesidades vitales se encuentran en la mezquita, así que no tienen que salir para nada. Y se supone que con esta dedicación obtienen favores divinos y bendiciones. Pero no nos echemos las manos a la cabeza, porque a ellos también les puede resultar un poco raro lo de las promesas de algunos católicos, como el "salgo de penitente en mi hermandad, descalzo y llevando una cruz y me ayudas a que se case mi hija". ¿No creéis?.

Creo que no me dejo nada importante que contar con respeto a esta noche, pero si al final caigo en que se me ha olvidado algo, os lo cuento él próximo día. Hasta entonces, besos y abrazos a todos los que me leéis.



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