En primer lugar, David me explicó que no hay que contar 30 días desde el comienzo para llegar a su finalización, por lo visto el Ramadán se acaba cuando de nuevo aparece la luna en el siguiente mes.
Durante este mes los musulmanes sólo trabajan 5 horas al día, y todas las empresas y comercios cambian sus horarios. Creo que entran un poco más tarde. Hay algunas en las que se trabaja por la noche. De hecho, Javier y Miguel, que trabajan para una empresa Saudi, tienen horario de 9 de la noche a 2 de la madrugada, durante todo este mes.
Seguimos con otro olvido de la pasada entrada. Otro caso en el que está permitido no hacer ayuno durante el Ramadán es en el las embarazadas y las que estén amamantando, aunque como ya dije, en estos casos hay que compensarlo de otra forma. Ademas existen también algunos hechos que invalidan el ayuno, y estos son:
1. La masturbación.
2. Vomitar voluntariamente.
3. Comer, beber o mantener relaciones sexuales.
4. Realizar cualquier acto que invalide el ayuno, siendo consciente de sus consecuencias. Esto lo he buscado en internet y no lo entiendo muy bien, pero por si acaso, ahí os lo dejo.
Otra cosa que me aclaró David es que como el Corán está dividido en 30 partes, cada día de Ramadán deben leer una parte, y así una vez que ha terminado el mes, se deben haber leído el Corán completo. No me puedo imaginar yo leyéndome la Biblia completa ni una vez en la vida, como para hacerlo una vez al año.
Ah! También está todo adornado, los restaurantes, tiendas, incluso el día que llegué, en el aeropuerto todos los puestos de control de pasaportes tenían puestas unas banderitas con los siguientes colores. ¿Veis que es un poco como la Navidad? Con la diferencia de que nosotros nos ponemos las botas de comida y bebida y ellos dejan de comer y beber durante las horas de sol.
Y ya para terminar con la entrada, os contaré finalmente qué es el Iftar. Con esta palabra se refieren a la comida nocturna que rompe el ayuno. Por lo visto se suele hacer de forma comunitaria, es decir, que se reúnen en grupos de amigos, familia y/ocompañeros de trabajo para romper el ayuno, justo después de la puesta de sol. Tradicionalmente lo primero que se come es un dátil. De hecho nos han contado, porque todavía no lo hemos visto, que se ponen a repartir comida y bebida por las calles porque es obligatorio terminar el ayuno en ese momento. Aunque no se quedan ahí, por lo visto se meten unas comilonas entre pecho y espalda increíbles. Y es que estando en España vi una noticia que decía, que aunque curioso, la venta de alimentos aumenta mucho durante este mes.
Creo que en algunas empresas invitan a empleados y clientes a un Iftar de estos. De hecho, David y sus compañeros están invitados el miércoles a uno, así que me tocará cenar sola. No era suficiente con la comida de Navidad, que ahora se me va de Iftar. Aunque eso no preocupa. Lo que si me fastidia, y es que los que me conocéis ya sabéis cómo soy, es que yo no puedo ir, con lo que me gusta a mí un novelereo y si es con comida de por medio, pues más todavía.
Y eso es todo chicos. Seguro que hay cosas típicas de este mes que todavía no sé, pero prometo que en cuanto me vaya enterando os lo cuento.
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